Qué tal chic@s les dejo algunos materiales para nuestro siguiente tema, revísenlo y llévenlo en sus teléfonos por favor.
LIBERTAD Y DETERMINISMO
¡La libertad! En esta palabra se sintetizan los esfuerzos de la humanidad en lucha siempre con la opresión y tiranía, los sacrificios de innumerables mártires en aras de un principio o de una idea progresiva, los cantos más bellos de multitud de [6] poetas que han soñado con su reinado en el porvenir, los trabajos de todos aquellos que han ido redimiendo al hombre de las diversas formas de esclavitud, las protestas contra todas las imposiciones, servidumbres y dogmatismos; cuanto va unido a lo más grande y noble de la humanidad.Y sin embargo, quizás ninguna cuestión tan debatida como la de la libertad en estos tiempos de crítica y de duda en que se pretende negar la responsabilidad de los actos humanos. ¡Nada hay, no obstante, que temer: la verdad subsiste siempre, a pesar de todas las negaciones; solamente las teorías y principios erróneos pueden temer el examen porque, con la luz de la razón, se ve pronto su falsedad.Inútil encarecer la importancia del problema de la libertad: de su solución depende la consideración de lo que es y significa el hombre en la vida. Con efecto; si la libertad es un mero flatus vocis (voz vacía) sin realidad positiva, el hombre es solamente una máquina que obedece a determinados movimientos, cuyos resultados serán los actos que produce, consecuencia necesaria de los motivos, fuerzas y antecedentes que impulsan y determinan la acción. No habrá en rigor mérito ni demérito, siendo inútiles nuestras lamentaciones por el mal producido e injustas nuestras alabanzas por el bien realizado; pues que el sujeto actuante no será nunca responsable de lo que haga, por no ser él quien voluntariamente ejecuta, sino el que obedece las solicitaciones que le arrastran y lo obligan a producir los actos.Por el contrario, si la libertad existe como poder de obrar en diferentes sentidos o como poder de no obrar, respondiendo o no a las solicitaciones externas o internas, como poder combinador de los motivos que nos incitan, pero no nos obligan, como fuerza directora para modificar las energías, las fuerzas y hasta los obstáculos que el determinismo externo opone a su iniciativa, el problema cambia de aspecto, y ya el hombre es un ser responsable, el mérito y demérito aparecen como consecuencia del bien o mal libremente cumplido, y puede hablarse de moralidad y progreso: el hombre deja de ser máquina y es persona.Ahora bien; ¿hemos de entender por libertad la facultad de obrar cómo y cuando queramos, la carencia de toda necesidad o libertad de indiferencia o indeterminada? En esto se han fundado los deterministas de todos sistemas al reparar que si todo en el universo está sujeto a ley, la voluntad humana no podía evadirse de este principio general y, por consiguiente, a ley estará sujeta.La teoría determinista supone que todo acto humano tiene su precedente en otro anterior que obra como motivo determinante como fuerza que empuja al ser a realizar actos, unas veces con conocimiento y otras sin él, pero siempre necesarios; es decir, que nuestra voluntad se determina siempre por el motivo más fuerte; de donde se deduce que el criminal es arrastrado por necesidad al crimen, siendo sólo un enfermo y no un malvado: la responsabilidad la entienden ellos como irrealizable, lo que es un sofisma.
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