jueves, 5 de marzo de 2020

AUTONOMÍA Y HETERONOMÍA (Lectura)

Chic@s les dejo la lectura del tema siguiente:


AUTONOMÍA Y HETERONOMÍA

• Autonomía moral significa que las normas morales proceden de uno mismo. 
• Heteronomía moral significa que las normas morales proceden de otro.
Los niños necesitan que alguien les dicte las normas, pues no son capaces de tomar decisiones por su cuenta. Pero, a medida que se van haciendo adultos, comienzan a adoptar decisiones propias. El desarrollo moral de los seres humanos va desde una heteronomía completa hasta una relativa autonomía.
La cuestión es: ¿cómo es posible hablar de autonomía moral si los valores y las normas morales se aprenden de la sociedad, en virtud del llamado proceso de socialización? 
• Toda norma moral es la expresión en forma de mandato de algún valor moral.

Ello implica la existencia de: 

– Un emisor del mandato: alguien que manda y espera ser obedecido.
– Un receptor del mandato: alguien que recibe la orden y debe obedecer. 
• Según diversas posiciones filosófico-morales, el emisor de los mandatos morales es:
– Dios (así lo afirman todas las religiones).
– La sociedad (Comte).
– La clase dominante de la sociedad (Marx).
– El sujeto mismo que obedece (Nietzsche).
• El receptor de las normas (el que debe obedecer) es siempre un sujeto o ‘yo’. 
• Hay autonomía moral:
– siempre en el emisor, es decir, en quien establece los mandatos o normas;
– en el receptor, es decir, en quien ha de obedecer las normas, sólo si es él mismo quien las establece, o si no siendo él quien las establece, decide acatarlas o desobedecerlas libremente. 
• El hombre es libre, tiene capacidad para elegir dentro de ciertos límites (su circunstancia) qué hacer con su vida y qué normas darse o acatar libremente. Y ello según su conciencia moral: que es el conjunto de valores básicos interiorizados por el sujeto a partir de la sociedad y que le permiten distinguir el bien del mal y guiar su conducta.
• La cuestión ahora es observar cómo la conciencia moral, aun estando sometida a un aprendizaje social, llega mediante un proceso de evolución psicológica a ser autónoma.  
Autonomía y heteronomía: vida ética y política
La democracia es un sistema político basado en el reconocimiento, por un lado, de la igualdad de todos ante la ley (de ahí que todos puedan participar en la toma de decisiones políticas y en la elección de representantes) y, por otro lado, en la libertad, puesto que la participación no es algo impuesto por una autoridad exterior al propio sujeto, sino algo que el sistema político permite decidir a los individuos, los cuales son por ello autónomos: es decir, capaces de darse a sí mismos leyes/normas. En fin, autolegisladores. 
Con Emmanuel Levinas la heteronomía pierde su definición por la vía negativa –que la reduce a la antítesis de la autonomía o simplemente a su carencia-, y se define como el sustento del concepto de “sujeto”.
Literalmente, para el filósofo lituano, sujeto es aquel que se encuentra sujetado a una relación con el otro. Así, el nomos por el que se rige el yo tiene origen en el heteron. 
En términos de Levinas esta responsabilidad por la vida del otro recibe el nombre de “maternidad ética”. El Otro levinasiano remite tanto al presente (el prójimo) como al pasado (memoria de los vencidos por redimir) y al porvenir (responsabilidad con las generaciones que vendrán). 

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